Queridos creyentes, la alfalfa es sana y yo me he comprado un castillito muy cuco en Baviera. Lo hago pensando en el futuro, para cuando organicemos nuestro suicidio colectivo. Mientras y no, lo podemos usar como almacén de productos farmacéuticos ilegales que son, ya os aviso ahora, la nueva base económica de nuestra comuna. ¡De algo tendremos que sutentarnos, digo yo! Espero que no os importe; he metido en las mazmorras a Jaime Peñafiel por encargo de la Casa Real española. Se trata de un sujeto bastante peñazo con Doña Letizia. Tenemos que sacarle bajo tortura una confesión de que ama secretamente a la Princesa de Asturias. Hermanos míos, ¿me recomendáis el potro o la flagelación?
Hay amores que matan, no améis, el amor es odio.
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